Noticias virales
VÍCTOR HUGO GONZÁLEZ FERNÁNDEZ
Publicado en la Revista Cantaletras 87
Espacio creativo de la Fundación Cultural Amaya de Durango, A.C.
Junio de 2020
Porque será una prueba tan enorme como no ha habido igual desde
el principio del mundo hasta ahora, ni jamás la volverá a haber
Mateo 24 versículo 21
En el dos mil veinte desapareció sin dejar rastro, sólo dejo el celular encendido con diez por ciento de carga, al revisar el historial de sus redes sociales sus registros giraban en torno a noticias reales y “fake news” sobre el coronavirus SARS-COV2 que se extendía por la Europa occidental y en países americanos. En su casa tenía un pizarrón donde llevaba las estadísticas de su país, número de infectados, muertos y curados que actualizaba diariamente con puntualidad.
El moje se plantó en medio de la plaza casi vacía, con voz desesperada hablaba sobre el COVID-19, y pedía que se desarrollara una vacuna contra la enfermedad, la cual años después alcanzo nivel de pandemia de manera acelerada, ese trece de marzo del dos mil trece se convocó al conclave donde el papa Francisco resultaría electo, después de ese día ya no se supo del predicador andrajoso.
Días antes alguna comitiva eclesiástica lo había conminado a que dejara de hablar del tema, sino sería considerado como un mentiroso y un hereje. Él tranquilo respondió —Si me van a poner a un nivel de Galileo sería un honor, tal vez las trompetas y los ángeles que anuncian el apocalipsis sean solo una alegoría.
En la última aparición del misionero, No escucharon desde el cielo, las trompetas de advertencia de los ángeles que se esforzaban sin ningún resultado llamar la atención. El murmullo de las plegarias, los alto parlantes que emitían cantos gregorianos mezclados con avisos parroquiales, el vaivén de la gente, la marcha de los guardias suizos, la fuerza del bombeo del corazón por la emoción de estar en un lugar santo, motores de los autos de la alta curia; era demasiado el ruido ambiental, para escuchar las advertencias apocalípticas.
Un solo medio sensacionalista fue el que puedo hacerle preguntas. —Buenas tardes señor: ¿usted se considera un profeta o mensajero de dios? —No me considero lo que usted dice, solo soy un hombre común con una vestimenta religiosa que estuvo en un punto del universo donde se decodificaron las palabras que doy a conocer a viva voz —¿Cómo sabe que esta información es veraz? —Realicé comprobaciones con modelos matemáticos y estos se replicaron más de treinta veces con distintas metodologías con rigor científico certificado—con su oratoria asusta a la gente —la sociedad se asusta de problemas de moda obsesionándose hasta la locura y de los problemas graves que afectan el hábitat global se hacen de la vista gorda —¿Quién financia sus viajes sus investigaciones, su manutención cotidiana, este show? —No soy delincuente ni me vendo a algún corporativo publicitario, tengo un fondo de inversión que me da buenos dividendos —¿Porqué con ese dinero no compra algún espacio televisivo o lo difunde en redes sociales? —La gente no se asombra por lo común y la sana verdad. Sí no es escandalosa es tirada al retrete —¿cómo obtuviste la información del coronavirus? —Un día desperté y allí estaba una mensaje-invitación como protector de pantalla más tarde recibí un paquete donde venia una memoria, el báculo, un hábito y una biblia con un separador en el evangelio de Mateo —¿Se entero quien fue el remitente? —Esa información me reservo, de loco no me bajan. —¿Existen más personas a las que se dediquen a difundir ese aviso? —Lo desconozco, pero parece que siempre hay alguien que me vigila las veinticuatro horas —¿quiere agregar algo más? —El mensaje dice que el virus es de diseñador y es la mutación del DNA de una célula intervenida con un compuesto bioquímico experimental —¿puede indicarme en donde se desarrolló? —Esa información es comprometedora en su momento la daré a conocer, puede que nos estén escuchando, ¡las trompetas! ¿Oye las trompetas?
Tiempo después se descubre que la videograbación del orador apocalíptico, era una “fake news”, grabada en el dos mil veinte en Salamanca, España. Pero al final de cuentas cumplió su función de obtener la atención de la opinión publica.
En la habitación del religioso, qué se sospecha secuestrado; había fotografías de las decenas de ataúdes hechos con madera de víctimas italianas por la enfermedad, médicos con trajes que no dejaban ni un milímetro a la intemperie, la sonrisa de Putin confiado que a su Rusia no entraría el pánico y que lo manejaría con el sello de la casa (a mano dura), también había recortes de periódico de China que contaban del control de la enfermedad y hojas de la biblia del nuevo testamento mezclado con el apocalipsis y las profecías de Nostradamus y Malaquías.
A los aposentos entro una brigada de salud que cubría el área norte de la ciudad, los elementos con sus trajes herméticos, sacaban fotografías y tomaban muestras de la escena. En la verificación del sitio también encontraron varios libretos de teatro, portadas de “cds” de Simón del desierto, Nazarín y El Ángel exterminador de Buñuel. Encima de un escritorio encuentran una nota póstuma donde indicaba que se rendía a la tentación del diablo y que fue un esfuerzo inútil la oración en favor de la redención del hombre moderno.
Los feligreses continuaban con el ansia por conocer al nuevo Vicario de Cristo. Nuevo intento de los ángeles para anunciar la llegada de los caballos apocalípticos; a lo mejor esa estrategia era anticuada e ineficiente en estos tiempos modernos, los congregados en la plaza no escucharon las trompetas de los ángeles que se esforzaban sin resultado positivo, así que decidieron volar alrededor de la muchedumbre, la gente aplaudía, unos pensaban que era una presentación especial del “Circo Soleil”.
El religioso en su paranoia profética, leía el pasaje bíblico del evangelio de Mateo veinticuatro, versículo veintiuno en italiano y enfatizaba su poder de predicción con muecas y ademanes exagerados, con un báculo de madera extendía su expresión contra el suelo, tratando de dejar inútilmente constancia con una marca.
La policía fue advertida de la presencia del monje loco, causaba una mala impresión a los visitantes, los molestaba jalando con el báculo, era repulsivo al olfato y parte del hábito estaba hecho jirones. En ese momento tan delicado para el Vaticano, no se podía permitir esas manifestaciones fuera de control.
La investigación continuaba; en un closet encontraron varios modelos de hábitos de varias congregaciones religiosas y también en una caja de zapatos, había memorias de datos que se debían revisar.
El báculo no fue localizado, la revisión de las memorias de datos arrojo el hallazgo de videos del misionero en varias plazas del mundo dando su aviso en varios idiomas; pero quedaron desconcertados; al revisar las fechas de las grabaciones, éstas eran anteriores al dos mil veinte, se preguntaron quién fue la o las personas que hicieron las grabaciones, como podían haberse realizado de manera simultánea en varios continentes o sí lo secuestraron para asesinarlo con fines conspirativos.